martes, 20 de diciembre de 2011

¿Qué pasa en Egipto, de nuevo?

Es difícil de saber.
Como todos los conflictos donde intervienen personas, las ideas y los actos reciben interpretaciones de parte de otras personas que hacen que se desvirtúen de raíz.

Una semana antes de las elecciones (que fuese esta fecha concreta me da mucho que pensar sobre los verdaderos promotores), los familiares de los mártires y simpatizantes se manifestaron en la Plaza Tahrir. Clamaban reconocimiento y las ayudas sociales (pensiones) prometidas. En este país, las ayudas sociales dan de comer a gran parte de la población.
El ejército decidió la disolución cuando los manifestantes decidieron acampar. Hubo muertos. A partir de aquí entramos en la dinámica del "acampo porque has matado a manifestantes". Es legítimo, pero es un sendero interminable.


Pocos días antes, para entender este contexto, el ejército estableció unas medidas para el futuro gobierno. Entre estas hay algunas como el derecho de cambiar de forma arbitraria a parlamentarios y miembros del Consejo de la Shoura, gestionar su presupuesto, así como establecerlo de forma independiente y subjetiva de las arcas públicas. También la potestad de modificar la Constitución "en los aspectos que se consideren oportunos". Esto es una monstruosidad que va en contra de cualquier proceso democrático.


Lo que sucedió a finales de Noviembre de 2011 (a partir del Sábado 19) fue una escalada "natural" de violencia por las dos partes enfrentadas en la calle Mohamed Mahmoud, que, como uno de los accesos al ministerio de Interior, se transformó, al igual que Tahrir, en un símbolo de la batalla: pueblo-ejército.
En esta batalla, que duró días, hubo muertos, heridos y detenidos (que son juzgados con contundencia, como se viene haciendo desde hace meses, por un tribunal militar con el Código Penal militar: otra animalada).


La cosa fue a más y, tras unos días de aparente calma, con la plaza Tahrir todavía ocupada, un pequeño grupo de manifestantes bien organizados (con turnos y demás) hicieron una sentada enfrente del Consejo de la Shoura Parlamento hasta que el ejército se hartó (literalmente) y mandó desahuciar a los manifestantes "por todos los medios". Y con esto podemos ver las escenas que se ven estos días, que han provocado que, por primera vez desde que empezara todo, la misma ONU se oponga a lo que está sucediendo y llame (de forma inútil, como siempre) al orden y a la calma.



Es cierto que la mayoría del pueblo egipcio (millones), aunque crea en lo que demandan los manifestantes (cientos) de Tahrir, no los apoyan plenamente, más que nada por el mal momento (en pleno proceso electoral). También por la sarta de mentiras que la Televisión, controlada por el ejército, está diciendo contra los manifestantes ("dinamitadores del proceso electoral")

Sabiendo o no esto, el ejército está actuando de un modo aplastante: disparando, apaleando, matando... de un modo infra animal.
Algunos de estos comportamientos y sus consecuencias se pueden ver en esta página. ATENCIÓN: son escenas crudas y violentas no aptas para personas sensibles.


Los partidos "religiosos" se están absteniendo mucho de opinar en lo que sucede. Esto es importante y destacable.


La primera vuelta resultó con la victoria mayoritaria del partido de los "Hermanos Musulmanes", una especie de Opus Dei, que, en principio, aboga por el desarrollo industrial, económico y ciudadano del país. Lo pintan bien, pero ya veremos qué pasa. Tampoco es "la ola extremista de radicales sanguinarios que azotará occidente", como el gran grupo terrorista internacional organizado de nuestro tiempo: los EE.UU. (USA) y los medios de prensa occidentales lo intentan pintar (espero que no lo consigan).



La segunda vuelta, para definir la representación parlamentaria que establecerá la Comisión Constituyente (flitrada por el ejército) será en Enero. Y está previsto que el nuevo Parlamento se constituya el 25 de Enero. Justo un año después del inicio de la "revolución" egipcia.
Casualidad.


En resumen; tenemos delante lo que parece ser una guerra de desgaste y de aguante, porque lo que está claro es que ninguna de las partes va a ceder. Lamentablemente, se ve quién lleva las de perder.
Yo me reservo mi opinión sobre lo que pasará, pero me hago una pregunta: sabiendo que desde la marcha de Mubarak, los ciudadanos se están armando "por motivos de seguridad" (con el consecuente aumento del contrabando de armas de Libia y Sinaí -no preguntéis cómo sé esto-)...  ¿qué ocurrirá cuando la ciudadanía se dé cuenta de lo que tiene y comience a disparar contra unos militares que están "robándoles su Democracia"?


En mi humilde análisis diré que, aún sin saber el resultado de estos enfrentamientos (que, por otro lado, es obvio salvo sorpresas), la erosión que todo esto está llevando a cabo en la moral de las personas, gobernantes, políticos, extranjeros es increíble. Se nota en la calle, al hablar con todos.

No sé hasta qué punto es también casualidad de que 14 amigos se marchen del país en la primera mitad del 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario