martes, 11 de octubre de 2011

6 de Octubre de 2011



No hay nada como celebrar la "victoria" de Egipto sobre Israel que visitando el territorio conquistado: el Sinaí. Tierra bíblica por excelencia con una geografía única y espectacular digna de cualquier evento divino.
Y entre todo esto hay un par de sitios que nos ofrecen a nosotros, hormigas, la posibilidad de desconectar del frenético ritmo de El Cairo y, con un poco de suerte, desconectar del ritmo local y de los locales en sí mismos.

Como ya os he hablado de Dahab y os he enseñado el sitio, esta vez comentaré que el viaje estuvo bien, muy bien. Me encantó el grupo con el que iba y la verdad es que hemos encajado bastante bien. Lo mejor es que la mayoría somos ya veteranos en el país y tenemos una vida "establecida" (veremos por cuanto).
Estas son las caras y algunos de los momentos: FOTOS

Este viaje me ayudó para pensar en las cosas que me afectan y en cómo me afectan. Pensé en las cosas que quiero hacer aprovechando un nuevo inicio (la casa nueva) y replantearme las cosas que hacía. Desechar trapos viejos y poner empeño en nuevas situaciones que merezcan la pena. Un cambio buscado, local o no, siempre para bien.



Y, por supuesto, limar esos momentos tan "de mi carácter" que me machacan durante unos días cada tanto y, normalmente, por el mismo motivo. La consecuencia de este viaje es un estado personal (por así decirlo) que no "sufría" (o experimentaba) desde 1996.
Por supuesto, soy consciente de que "es así como soy", pero creo pueden tomarse medidas paliativas en todo caso. Y en ello estoy.

Quiero aprovechar para destacar el correo-e de mi querida Yasmin, que hizo una escala de 4 horas en el aeropuerto de El Cairo y aprovechó para describirme lo que veía desde un punto de vista que combina casi 3 años en El Cairo y mucho mundo.

Y me dio mucho sobre lo que pensar.

Sed buenos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario